Los hilos de tu voz que hacen un llamado a espaldas de mis oídos
El delirante manual que dejaste con tus piernas
No es tu voz quien llama
Es el sonido de tus tacones de puntilla, que atrofia mis dedos
Todo esto suena locura
Pero…
No es más que esforzar a mi mente para que me traiga tus pasos
Y así pueda escribir algo para ti
Es injusto
Es inánime
Por segundos creo que te conocí una vez
Porque por minutos te vi, mientras descansaba en las piernas de mi amante
Vestido rojo y perfección el resto
Lo otro no puedo explicarlo, no tengo palabras
Pero tal vez si dejas de aparecer en mis sueños
Y más en mis manos
Pueda algún día llegar a escribirte una poesía.
-alejandra-