Escuchen duendes de este bosque:
El hada se fue y no vuelve.
La llamo en la noche
marchó para siempre.
De tinta y sangre
bañó mi sentir en el olvido.
rechazó mis besos.
Ebria derramó agua sobre mis piernas
sólo queda el eco de su silencio.
En el fondo de una copa de licor
dejó sus besos
ella quebrantó el conjuro.
Escuchen duendes de este bosque:
Antes que las fuerzas celestes
derribaran mi cuerpo
le profesé amor.
y
ella
dijo:
Déjame
dormir.