Tal vez, nunca merecí decir tu nombre,
por más que te observara,
de aquel recuerdo doloroso e hermoso,
que alguna vez tuvimos.
No te preocupes; al final de la noche,
solo te soñare e inventaré mil escritos,
a través de las estrellas.
Cuando haga frío afuera,
me mantendré caliente al desearte como nunca,
que te volveré a ver,
a través del fuego.
Solo nutre esas brasas de tu odio,
solo aviva esa remembranza,
de lo imposible que fuimos nosotros.
Así estaré viviendo en el abismo,
lejos de la tormenta; lejos el tiempo,
donde la oscuridad ya no me guiará.
Y en el momento que mantengas,
tu mirada en el cielo,
estaré aún orgulloso,
de lo poco que compartimos cada segundo,
a través del fuego.
!!!