Si pudiera elegir un paisaje,
te elegiría sin espacios ni lagunas,
confesaría que tengo un espacio nostálgico
en donde caer con urgencia.
Es una lástima que no estés conmigo,
que a pesar que toque el timbre,
me hagas esperar, enmudecido,
y con un saludo en muerte y extraña edad.
Si pudiera elegir una mirada,
sabría esperar por una inapagable,
por una que a centímetros me nazca,
por una que habrá los ojos,
y llene de estrellas hasta azoteas.
Es una lástima que no estés conmigo,
que los pétalos caigan de paro cardiaco y no de viejos,
que me sepas distante, a lobo y aullido,
y que brindes a menudo la mudez total y absoluta,
mientras mis gritos de batalla,
transitorios, yendo a las trincheras,
se topen ante tus fronteras,
queriendo ser un torpe,
que golpea la piedra para caer a tus tierras.
Humberto Velásquez Jiménez
20/Marzo/2017
11:10 p.m.