aunque supieras que verdad
que se esconde tras las cortinas
no podrías ver la simple noche
como veíamos yo al este
y tu al oeste
intentando que nuestras miradas
se cruzaran por el infinito
yo no soy poeta
ni esclavo de tus versos
y aun menos la vida bailando
sobre el misterio de ella misma
no soy del mar ni de la montaña
ni del desierto lancinante
ni del frío imperdonable
pero soy capas de verte
y sentirme en un instante gigante
gigante de misterio
y hechizería antigua
yo no soy vidente de almas muertas
ni tempestades besando tus mejillas
ni aquellos acordes menores
donde suele ir tu figura
ya no soy aquel sujeto errante
que caminaba de horas en horas
esperando un beso nocturno
una palabra en clave
una estrella fugaz