Tú muy mío yo muy tuya en un sueño...
Volví a soñar contigo me metí a tu lecho
me cobijé con tu piel,
y mi piel se juntó a la tuya.
Así cobijada entre tus brazos me soñé
y sentí que tu calor me envolvía suavemente
rodeando mi cuerpo haciéndome tuya,
me pegaste a tu pecho y en un beso a flor de piel,
con la pasión en los labios
me llevaste a tu hombría,
y me sedujiste entre tus brazos
tus manos bajaron por mi cadera,
y me perdí en tu mirada provocativa
sensual y atrevida y profunda
que no me importó perderme dentro de ti,
y tú perdido dentro de mí...
Me quedé sin aliento,
sin poder decir palabra alguna
con tu respiración sobre mí y tu aliento
se confundía con el mío,
nos amamos con intensa pasión
toda la noche y disfrutamos el momento
y ahí envuelta entre tus brazos
disfrutamos a placer toda
la noche este amor de los dos.
No pudiste hacer nada... ¡Amor!
Sin darte cuenta ya me había
deslizado en tus brazos de amor...
y entregado a mis deseos te dejaste amar
y disfrutamos a flor de piel,
tu piel en mi piel, tus labios en mis labios,
creo que despertaste todavía
con el sabor de mis labios en tu boca,
y la huella de mi cuerpo amaneció junto a ti.
Fui seduciéndote hasta hacerte mío...
Y tú muy mío yo tuya y despertamos juntos
y te diste cuenta que en mi sueño
le dimos rienda suelta al amor de los dos,
cómo beso de Dios llevándome a la gloria,
fundidos en un solo deseo de amarnos... ¡Amor!
fuiste muy mío y fui muy tuya en un sueño de amor,
amándonos hasta el amanecer. ¡Te amo mío!
desatamos las ganas y no hubo nada que nos detuviera.
Siempre mío siempre tuya, ¡Mi Ángel de Amor!
Alicia Pérez Hernández… México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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