Adrian Labansat

VIAJE A VERACRUZ

 

 

En la noche de la trilla de lágrimas,

el sueño más amado me fue desolando

donde inmóviles hojas atraparon el movimiento de los nidos,

la tarde en la que vino a esta oquedad

soñé  la cercana gruta donde me nacía,

allá ya no esperaba a nadie,

acorralado por el miedo

comenzó a descubrirse luminoso y mío,

apartó melancólicas sombras,

el sueño fue resucitando,

al abrir los ojos ciertos incendios despertaron,

aunque su amor me enterrara sus uñas y sus dientes no me mutilaría,

sentí que aun dándome la muerte me daría la vida.