De tu belleza infinita
en ojos de amor y ensueño,
quien pudiera ser el dueño
de tu corazón, bonita.
Las gracias son un consuelo,
cuando un corazón exora
y de caricias añora,
de las voces de tu cielo.
Son frenesí tus caricias
y al olimpo voy a robar,
ángeles para entregar
a cambio de tus delicias.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BC. MÉXICO, Marzo 22/17