Existe una ley universal según la cual si sonríes, paramos a conocernos en mitad de lluvias de miedo y emoción
Otra ley sentencia que hay una fuerza de atracción mutua entre nosotros cuando tu mirada hace trucos de magia con mi corazón
Una tercera afirma que mi cuerpo se roza con el tuyo en esa jungla de sábanas, siempre y cuando sea obligado a ello por culpa de estampidas de caricias y besos
Pero si pensabas que sólo existen estas tres leyes, estás equivocada. Y es que según la Ley Fundamental, nuestro amor ni se crea ni se destruye, se transforma. Se escurre, se adapta. Da igual lo que hagamos, de él siempre seremos presos