Un beso le robé,
¡atrevido! susurró,
y en un acto de venganza,
de mis labios se prendió.
La venganza busca herir,
y sus besos lo lograron,
entre pasión y ternura,
mis labios sí que sangraron.
Mas en cada beso suyo,
la felicidad me llenaba,
como aquel amor profundo,
que en secreto confesaba.
Un beso le robé,
tímido entre el temor,
y ella me llenó de sueños,
con besos llenos de amor.
Hoy de pronto la sorprendo,
y un tierno beso le doy,
su venganza me enloquece,
y perdido en sus labios voy.
Un beso le robé,
un beso de un ladrón,
que vivía enamorado,
de su noble corazón.
Han pasado los años,
y el amor ha crecido,
gracias a un beso robado,
por este ser atrevido.
J.Moscoso.
Derechos de autor reservados.
José Antonio Moscoso Vega.
Corredores, Puntarenas, Costa Rica.
08 de enero 2015.