Morir en vano en el celeste orbe,
cristal de luna, llama de nada, piernas
en vano caminadas por la tierra.
Morir quisiera en el borde amargo,
la luz del fuego llevaría tu alma,
si al morir contigo,
ganarÍa encanto, la existencia de
mi vida mantendría sentido.
lisonjera en la distancia, la nada
mira a los mudos, somos en cuerpo
viviente la ecuación del beso, la nube negra
posada tras el prado, y será la
nada, si contigo el celeste no se asoma y muestra su encanto.
Morir pudiera en la postrera tierra,
sin embargo el perfume del alma,
continuara danzando, perderé las piernas
en la muerte misma, pero al filo del silencio,
retomaré tu cuerpo, para trenzar el viento.
Contigo.