Los cristales ansiosos de mi voz
se quebraron en frágiles pedazos
cuando tus dolorosos martillazos
me golpearon de manera atroz.
***
Me dejaste, causándome tu ausencia
profundas cicatrices que me duelen
y aunque grandes verdades desconsuelen
debo aceptar me aflige la conciencia.
***
Engañosos momentos de alegría
creí tener la estrella fulgurante
¡Pobre!, me comporté como ignorante
enredado por una negra arpía.
***
Conozco la verdad, pobre mi suerte
no me amabas, partiste, fue un castigo
con corazón lloroso yo te digo
¡Pobre mi amor, quedó muy frío e inerte!
***
Se derrumbó el castillo de ilusión
solo quedan las bases que ruinosas
son oportunidades muy hermosas
para de amor blandir nuevo pendón.