Dirás que no te quise como tú me quisiste
y quizás no asegure que tú tengas razón,
pues marcaste mi vida, y esa marca que hiciste
aún conserva tu nombre con la misma ilusión.
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Yo no sé si las rosas, las que abrieron tu mano,
me han tildado de falso, mentiroso o traidor;
o tal vez te hayan dicho: \"esa espera fue en vano,
pues tu joven poeta no conoce el amor.\"
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Pero nunca supiste lo que llevo guardado,
ni los versos de amor que llorando escribí
mucho menos te enteras que clavé en mi costado
un pedazo de tiempo esperando por ti.
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No conoces la fuerza que latía en mi pecho
al decir que me amabas con pasión y locura,
y, aunque estabas con otro, tú me diste el derecho
de enfermarte de amor y esconderte la cura.
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Continúa el camino que te lleve hasta el mío
y revive mis ansias que ya estoy casi muerto,
porque tú eres el mar y yo soy ese río
que no pierde su rumbo por llegar a tu puerto.
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Miguel Starusk