Con pinceladas de miel,
Iré besando tu piel,
tocándote despacio,
Liberando tú placer.
Cruzar tu pecho ardiente,
Raspándote suavemente,
Susurrando que te quiero,
Y que me pones caliente.
Apriétame las caderas,
Provócame un estallido,
Enciéndeme tú la llama,
Volcándome los sentidos.
Mi cuerpo como volcán,
En erupción inherente,
Rozándome tú la pelvis,
Mojándome fácilmente.
Termina esta rara historia,
Haciéndolo lentamente,
Hoy voy a ser tu amante,
Mas tu amiga eternamente.