subtitulado:
Al último hombre solo lo quiere Dios.
¿ Qué podía decir a mi corazón en medio de la tierra recogiendo guisantes, después de saber que la gente a la que ayudo constantemente me odia, y me prepara todo tipo de tretas para que caiga rendido sobre la tierra
¿ En qué lugar de la geografía ha recaído mi cuerpo, para que la raza humana a la que yo amo ,se encuentre tan arruinada ?
Estoy horrorizado por haber puesto mis ojos compasivos en la chusma que me rodea.
Me arrepiento tanto como el cuerpo del Papa por creer en Dios y serle fiel, de haber ofrecido a la canalla mi ayuda y fortaleza guiado por un ideal miserable llamado anarco comunismo.
Abajo las barricadas, abajo los últimos,
muera Dios
vivan los fuertes y poderosos para que reinen sobre la tierra.
arrastro estas nuevas ideas por los surcos de mis eras, tras convivir entre los hijos de vall d´uixó. Cae una fina de agua cae sobre mi frente, y yo voy recogiendo rápido los ajos y guisantes después de que me hayan dicho que mis propios compañeros que he metido en mis tierras con el fin de ayudarles a salir de sus miserias, me han estado robando parte de mi cosecha para sus almuerzos.
Oh jueces, policías, periodistas, socialistas y conservadores , vosotros que poseéis el poder de asesinar impunemente ¿ por qué consentís a esta gente que exprese sus ideas contrarias a su conducta ?
Es precisamente por eso mismo que no hacéis nada, porque su conducta es contraria a sus ideas, y eso los absuelve y hace que se trate a estos enfermos como liberales.
Yo digo muerte y supresión.
No es una condena de lo que hablo, sino de un mensaje lleno de amor y de esperanza.
Sin embargo, si esto que digo lo llevo a la practica, sería condenado en vez de ser adorado.
Así pues hermanos míos, debo de soportar ser robado por amigos y enemigos, y siempre me veo condenado por jueces, policías, periodistas socialistas y conservadores,
cuando no trato respeto y amabilidad a cualquier ser humano, aunque sean plebe.
estoy llegando a la desesperación más grande a la que puede llegar un ser humano dotado de una gran sensibilidad de espíritu, la del desprecio que le infringe la chusma.
Angelillo de Uixó