Hoy te observo en silencio,
Y te veo renegar…
Con aquellos que crecieron,
Y se olvidaron de tu soledad.
Hoy te veo con sonrisas,
Dolor en las piernas, y más;
Con algunas ganas de irte,
Y quedarte tranquila… mamá.
Y me acerco, te beso en la frente,
Tú me cuentas, algo diferente;
Me preguntas, ¿Cómo estas?
Si me falta algo, o que puedo necesitar…
Y solo se me ocurre decirte,
Ven a verme un poco más…
Pues si, quizá, he crecido,
Pero de ti… jamás me alejaran…
Y si andamos de malas,
Sabremos soportar,
Los humores de la otra…
Sin mucho preguntar…
Hoy te observo, como ha pasado el tiempo,
Lo noto en tu mirar… quizá en tus huesos…
Me siento feliz al verte… con orgullo indebido,
Eres mi madre… eres mi abrigo…
El tiempo no te dejará en el olvido.
Todos los derechos reservados Verónica Mariel Baulde Abril – 2010