¡Ay! Instantes hay, cuando el alma,
pasiòn indescriptible da,
bien sea, despierta o dormida,
sientì fràgil sueño somero,
tristeza en brazos de Morfeo,
Quien me trajo al extraño fuero,
y traducir puedo y verseo,
desde allende dejàse el duende,
suave, en dulce y amargo toque.
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Pregunto: ¿Será o no verdad
que los sueños callados hablan?
Esconden mensajes lejanos,
¡No sé! De los mares y cielos,
pero sigue siendo un misterio,
no puedo afirmar, ni negar,
se algo, difícil de explicar,
beso de piquito robado,
fuera el que mi amado diera.
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Ojos abrì, ¿Donde estaba?
no supe y dulzura dejó,
instante de felicidad,
hubo sido èl, amor real,
y en làgrima amarga se volviò,
amor perdì en lontanza huìdo,
pensar nomàs, en cuanto amé,
y no concibo el naufragar,
golpea duro el recordar.
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¿Y cómo arrancarlo de adentro?
¿y como explicar que hace tiempo,
todo acabó? y la espina duele,
y el clavo mata la ilusión,
sin que mueran los nuevos sueños,
¿y mi vida? mientras el alma,
buscarà el remedio al dolor,
si alguien sabe, ¡que me lo diga!
como olvidar y perdonar,
si amor y perdòn no fenece.
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Le debo mil besos, los hijos,
pero le odio y cuanto me doliò,
y hoy le quiero tanto con llanto,
pues con otra vieja gaviota,
ese canalla se marchò,
y èl me dejò sin juventud
en serena soledad quieta,
pero que gracias al poema,
entre versos vivo mi pena.
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Adiòs a los besos de piquito,
Sola y triste quede sin su poquito,
y vivo sin hallar a quien amar.
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Raquelinamor
Miami 2017-25