¡Ay mujer como lastimas
con tu belleza de diosa,
con tu silueta preciosa
y la forma en que caminas!
Cuando veo que me miras,
Con mirada esplendorosa,
Te asemejas a una rosa
Que jamás esconde espinas;
Eres tan bella y coqueta,
Y por tantos perseguida,
Como esa luz que despierta,
Como un hálito de vida;
Esa esplendorosa entrega:
Dulce tierra prometida…