La presencia de tu ser
atrae a mis sentidos,
pues mi ser y el tuyo
sucumben rendidos,
dejándole a la existencia misma,
se encargue de todo cuando nuestros latidos
forman solo uno.
el encaje ideal para un amor tan real
nace en el ramo del capullo,
de la flor de la estación
que cae con cautela al piso,
a los pies de mi querida flor de azalea.
Y la inspiración no cesa
por mas que el tiempo se pierda,
como cuando yo me pierdo en mi reflejo
que encuentro fácilmente
cuando miro tu rostro.