Angustia que salió de mí,
que por ser mía; es de mi sangre
(extraña flor mutilada
de su estambre),
juntóse con otras
en una penitencia universal.
Sin marcharse, ha vuelto,
sin dormir, despierta
y ante el silencio suelto
tras la puerta entreabierta
al aflijo humano,
(no angelical).
No estoy cerca,
estoy manco
y en desierto llano.
Ven angustia mía;
ven dame tu mano
con lo insano y tu porfía
libérame del designio arcano,
salda tu cruzada
en tu dimensión obstinada,
fiel a ti, sombría.