Ella creía saberlo todo,
ella quería que la escuchara,
aunque nunca escucho lo que opinaba.
Ella quería que cambiara,
pero lo que no sabia,
era que eso no importaba.
ella era una buena persona,
podía hablar con ella y sonreír sin ningún pelo en la boca,
aunque en el interior,
estaba medio rota.
ella parecía estar feliz,
aunque yo no sabia que el dinero era lo que la ponía así,
siempre me dijeron que el dinero no era la felicidad pero parecían contradecirse sin cesar.
solían decir que todo lo que hacían era para mi,
pero eso no era lo que me hacia feliz,
sino que podían ser los mejores planetas
aunque en el fondo eran solo estrellas.
yo los quería,
pero parecía no encontrar ese sentimiento por todo lo que decían,
Solían decirme que era muy cínica,
que no era lo que ellos creían,
podían decir que no todo era como yo decía,
pero lo único que ellos no entendían era que solo necesitaba una sonrisa,
tal vez no solo eso,
tal vez una simple charla de la vida.
Ella me quería,
me abrazaba hasta que se resistía,
brillaba como una estrella porque me quería,
pero si no hacías algo de lo que ella decía,
podía odiarte con toda su vida,
y tratarte como si fueras un desastre con vida.
Solían decir que no la escuchara,
que lo decía porque estaba enojada,
aunque las palabras no son espadas,
atravesaban mi alma sin ninguna falla,
aunque dicen que la herida es curada,
siempre suele quedar una que otra rajada,
que te acompaña hasta el día de mañana.
No malinterpreten esta carta,
aunque digan que es muy fuerte,
es todo lo que nunca afirmaba,
es todo lo que jamás me atrevería a soltarlo de una bocanada.
Aunque si algún día lo leyera ella,
le diría que pensara un poco y se daría cuenta,
que la vida suele ser un poco dura,
y que las palabras feas nunca triunfan,
solo dejan heridas,
que nunca sanan,
o un corazón lleno de rayas,
que poco a poco se van yendo,
cómo si las palabras se las llevara el viento.
aunque debería saber una cosa,
los sentimientos no se van como toda cosa,
se te queda en la garganta,
y tarde o temprano se suelta como sin nada,
y así que si un día se me escapa,
te pido disculpas adelantadas,
porque como a ti te a pasado,
sueltas cosas que te dañan,
no solo el corazón si no en el alma.