El pequeño gato gris
se acercó al sol y a las nubes.
Maulló de hambre al cielo azul
cuando sacó un pez del mar azul,
y doce días pescado fue: fue de agentes.
El pequeño gato gris
arañó un pantalón, de un hombre
que era mil y que una patada le dio.
El gris se abalanzó, pequeño y cabrío
y el hombre bostezó sin nada que lo asombre.
El gato gris dejó de ser pequeño.
Subió a una torre junto al sol de diciembre.
Jugó con las nubes y se balanceó sobre el cielo.
Quién diría que aquel gato gris y en celo
conseguiría un techo de mimbre
(y un suelo de camelo)
Y el hombre del bostezo ahora duerme bajo su techumbre
celeste.
Que es del gran tigre gris desde aquel sol de diciembre.
Y aquel hombre que era mil ahora es millones
sin entente.
Y su pantalón de Jean se desgarra en jirones.