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Primera o segunda impresiĆ³n.

Fugaz instante ,
presentes los astros
observaron mí cambio,
la luna muda canto
al ver mi sonrisa extensa
provocada por esos ojos,
ese rostro precioso,
causo un terremoto
en mi cerebro
y aún más en mis sentimientos.

El silencio de la luna
cautivó los movimientos
que llevaban los hombres
en aquel mágico momento,
mi mirada se posó sigilosa
en esos labios de seda,
de rosas marchitas
con olor a sangre divina.

En ese siglo de tiempo,
naufrague en el color de su piel
pinte en mi corazón las arrugas
los granos, y las heridas de su ayer,
ilumine esa obra artística,
con colores inexistentes,
que se crearon solo para ella,
y desaparecieron en su belleza.

El rumor de la muchedumbre
fue opacado por el latir de su corazón,
el palpitar que aún escucho en mí,
la sinfonía magnifica de su respiración,
el soñar en cambiar las notas
provocar en ella una alteración,
ya sea con un beso, o caricia,
tal vez con una simple sonrisa.

Vuela un torbellino de palabras,
de razones para enamorarla,
pero mis sentimientos
no atraen la mirada de ella,
me pierdo eterno
en la ilusión de ser parte
de la mujer más bella.