Silencioso estoy
ante el marmol frio
escucho el viento
de la luna postrera
en este oscuro aposento
agujero sombrio de tinieblas
escucho tu nombre en silencio
te he recordado tanto
que me he cansado de llorarte
el tiempo ha tratado
de curar las llagas
del hacha de tu muerte
umbria es la pena
que riega los huertos
sembrando nostalgia
en cruel sementeras
tu recuerdo se rompe en surtidores
de mi pena que despeña
por la cima del sollozo
la blanca luz de las estrellas
te fuistes tan aprisa
que ni un adios broto de tus labios
estabas tan cansado
que te quedastes dormido
tan profundo fue tu sueño
que duro para siempre
el viento de la tarde
acariciaba los cipreses
sus hojas grises
llevaban tu nombre
y un susurro brotaba
de la tierra parda
que calmaba su sed con tu sangre
este cementerio tranquilo
sera tu morada
una tumba fria
tu hogar para siempre
y en las noches claras
abrazaras a aquellos
que fueron tus amigos
de flores rojas
sembrare tu tumba
con lagrimas de mis ojos
regare su tierra
y junto a tu lecho tranquilo y frio
llegara la primavera
y hara la golondrina su nido
junto a tu lapida
besara tu nombre con su pico
y enseñara a sus hijos a cantarte
en las tardes de otoño
cuando el viento silva
cuando el frio llega
y besa los cipreses
yo ire a verte PADRE
y acurrucado
con lagrimas en los ojos
soñare que estoy contigo
para siempre...