_Jarita hoy contigo,
hablar quisiera,
de una pena muy grande,
que a mi alma inquieta.
Pues en el mundo existe,
tanta pobreza,
por otro lado ricos,
y sin vergüenza.
_Siéntate al lado mío
hablemos todo.
Lo que tanto te aflige
no es a ti solo...
La vida que parece
ser tan hermosa,
en su revés nos muestra
que es siempre otra.
_Los niños pasan hambre
a mi me hiere,
otros trabajan duro,
no hay quien consuele.
Viejos buscan comida,
en la basura,
perdiendo su memoria,
ya sin fortuna.
_Mientras tanto la vida
sigue rodando,
unos importan mucho;
otros no tanto.
De injusticias sembrada
está la Tierra.
¿Los derechos Humanos?
¿¡Quién los recuerda!?
_La trata de mujeres,
es humillante,
en la conciencia humana,
no veo avance.
Jarita esta vida,
dura un instante,
si no sembramos rosas,
¿de que nos vale?
_Nos vale para poco,
y pareciera,
que sólo el sinsentido
es lo que reina.
Más sé que el pueblo llano
de pesar late;
es cosa bien distinta
los gobernantes.
_Si empatizasen más,
con el dolor,
pudiesen comprender,
de corazón.
Pero les va mejor,
con su sordera,
hacen que no lo ven,
no hay vergüenza.
_¡Tanto dolor inútil,
tanto egoismo,
tanta gente que muere!
¿¡Es su destino!?
Este mundo está loco,
la gente muere.
Y los pueblos callados...
¿¡ No hay quien proteste!?
Jara Blanca
&
Lolaila