Me partiría las muñecas, transaría mis dedos y los quebraría en la mesa, dejaría el espacio para despejar mi cabeza y descargar la ereccioón en el plato sucio.
vomitaría otro poema por la palma de mi mano, solo abriendo el cerebro y cerrando la boca, dibujaría en mi cuarto el menguante de tus ojos, y caminaría desnudo por habitar tu espacio, sin sonidos.
Estrellado en el nocturno y despojado de esta tierra, con la sangre en las piernas, y una fuerza casi inútil por alcanzar tu manos, escribirlas y mojarme la cara con tu aroma.