UNIDOS PODEMOS RECONSTRUIR A NUESTRO PERÚ
Autora: Rosa Elizabeth Chacón León / Elizabeth Chacon Stevens
Contumazá, Perú.
Miami, \"Tierra Primaveral,\" U.S.A.
En estos instantes veo de mi tierra, Perú, morir sus ilusiones,
sus sueños truncarse y sus esperanzas desmoronarse;
mis hermanos son arrastrados por los huaycos,
los animales y naturaleza viva son remolcados como barquitos de papel,
ríos furiosos, por la ira del hombre, escupen su violencia contenida:
huaycos lodosos y enfangados repuntan su cólera.
La tierra tiembla y el agua se engrana en su vientre con fuerte arremetida,
mi cuerpo tiembla y se impacienta y enardecida mi alma llora,
como si sus sueños fueran los míos; lloro ante su desconsuelo.
Invade la tristeza en mi alma al ver que las aguas negras,
aguas enlodadas, aguas violentas van comiendo las cimientes
de las casas y éstas van cediendo a su paso y se agigantan
y se agigantan y se atragantan cuando los ríos siguen repuntando
y mi cuerpo sigue temblando no de miedo pero de impotencia
por la furia de la naturaleza con sus aguas que acuchillan,
que golpean, que asesinan, que aporrean que descalabran.
Hay tantos damnificados, tantos lesionados, tantos muertos
y la herida en mi pecho se agiganta y se agiganta y se desangra.
Si no lloro es por no demarrar más lágrimas para que no aumenten
el caudal de los ríos y se lleven las ilusiones de mis hermanos.
Cada sueño se inunda, cada esperanza se enloda
y trato de cerrar mis contenciones para empuñar la lluvia
y detener sus estragos que son malos tragos en mi garganta.
Nubes negras y sonidos tormentosos quitan la tranquilidad
de mis compatriotas; están despertando de un sueño macilento
con grito en los pulmones, moribundos, adoloridos, entristecidos.
Solo quedan risas cadavéricas y las risas del recuerdo en la memoria,
miro a mis hijos, los hijos de mi Patria, Perú, sollozando
pidiendo clemencia a Dios y al Presidente Peruano; no es vano contar
su historia que cercena sus mentes para aliviar su corazón sangrante,
en el ayer luchaban para tener pan para comer y agua para beber.
Mi sonrisa languidece; mis hijos me necesitan y yo apostada al tiempo
en la distancia, atada de manos estoy y sin poder ayudarlos.
Y el verso de mi alma brota, se encapota, se hunde como bota en barro
y deshoja sus ilusiones y trato de encender la luz entre las tinieblas,
tinieblas negras que cubren la tierra con su manto desalmado
y les doy la mano a mis hermanos porque sus sueños son mis sueños
y sus miserias son mis miserias y su llanto hace mella en mi pecho
y de hecho que una lágrima rueda por mis mejillas y siento su dolor;
dolor tan grande como la furia de los huaycos, de las lluvias torrenciales
que repuntan para lavar y limpiar la faz de la tierra, nuestro universo.
Con un sentido verso quiero sembrar una rosa roja con pétalo tersos y rojos
para volver embellecer nuestra Patria, que sufre una guerra natural
pero provocada por el hombre con sus avances tecnológicos y químicos.
Hoy he visto el sacrificio de una gran mujer valiente, llena de coraje
de gran fortaleza, con resilencia, convertirse en el símbolo de la Patria
Peruana; que pudo vencer al huayco, a la naturaleza que rugía hambrienta
queriendo devorarla y su deseo de vivir por sus hijos y su familia
pudo mucho más que el huayco que la embebía en la tierra
sin contención ni restricción; ella pudo lo que nadie ha hecho,
salvar su vida por amor a sus hijos. Siento su victoria como mía
porque al luchar, luchó por todas las mujeres del universo,
dándonos una lección de valentía, de gran espíritu y fuerza.
Hoy renacerán tus sueños, te doy mis manos para que en ellas
te apoyes, te doy mis ojos para que con ellos veas el futuro,
te doy mis ilusiones para que con ellos logres lo indecible.
¡Unidos, todos podemos reconstruir nuestro Perú, sin odios
ni rencores, sin apatías ni envidias, juntos por una Patria
fuerte y segura, que la vida nos augura alegría y prosperidad!
Derechos del Autor Reservados.
Miami, 26 de marzo del 2017 a las 11:11 PM.