Y me quedé muy sola en medio de la nada
sin tu cara risueña y tus ojos de cielo,
sabía que un día te irías e igual te disfrutaba
Hoy navego en recuerdos para sentir consuelo.
Yo te seguiré amando hasta la eternidad
me siento satisfecha del amor que te di,
te cuidé con esmero esa es la realidad
y ahora que no tengo el dolor vive en mí.
En estas cortas letras he dejado plasmado
un trozo de verdad que no puedo esconder,
quizás me entenderán aquellos que han amado
que por más que se lucha toca a veces perder.
María B. Nuñez