En mi mente una guerra inmarcesible,
contagia de tristeza toda mi alma.
Un corazón quebrantado que bota suaves lágrimas,
destina mi tragedia hasta la muerte derrotando mi pequeña calma.
Ojos que no ven la noche existente,
estrellas que palpitan cubriendo el occidente.
De lo extraño, para mí, es lo más extraño,
si la noche existe por qué no se ve?
por qué vemos el destello de una tierna estrella si esta se ha esfumado?
por qué no me amas si yo tanto te amo,
por qué no me quieres si tanto te he soñado?
de lo extraño, para mí, es lo más extraño.
En el silencio cruel y despiadado, yo te recuerdo.
En cada ramo y en cada árbol, tu cabellera me sosiega.
Tu voz, impregnada en el desierto de mi mente, crea una utopía.
Delirios que se marchitan cuando te ven, cuando te oyen, cuando te imaginan,
al darse cuenta que nunca, que nunca serás mía.
Penar errante que eternamente me castiga,
cuando evoco en un segundo tu existencia.
¿por qué te quiero y te amo tanto? ¿por qué? ¿por qué?,
nadie me responde; solo me acompaña un trágico triste llanto,
y eso, de lo extraño, para mí, es lo más extraño.