El tiempo transcurre,
y no se detiene, corre ligero, más ligero que caballos veloses corriendo en contra del viento, golpeando con sus pechos la brisa que los acaricia al detenerse,
apresurado, más no hay quien lo detenga. Al tiempo, se le agota su tiempo,
pareciera que ayer era un niño que saltaba entre las estrecheces de la inocencia y la ignorancia, más hoy es un pobre diablo dandose golpes de pecho , por las consecuencias que la ignorancia se cayó de sus ojos, la curiosidad,el despecho, y la injusticia, convirtieron de aquel pequeño corazón,
En un corazón remendado, con frágiles hilos de odio y rencor tejidos de un lado hacia otro, atravesado con gruesas agujetas, de recuerdos amargados. La cual atraviesa los pequeños rotos de su corazón, brotando de si un suave y áspero liquido de amor, que se desvacia como agua derramada sobre la áspera tierra , escasea el amor por recuerdos amargos, sostenidos por odio y rencor, más aún el tiempo no se detiene, noches frías que lo acompañan, recuerdos que lo abrazan, que asen de sus noches, un pozo oscuro para recordad, pequeños vertiente de lágrimas caen por las penumbras de sus Mejías asta revolverse con la suavidad de su almohada, sus ojos enrojecidos por el efecto de sustancias tóxicas, reflejan un pasado lleno de soledad , la soledad lo visita, no logra acostumbrarse a las voces graves que le susurran cada que el sol se aleja, y La Luna postula su llegada,
Como se llena un corazón vacío, como se vacía una alma Dolida con tanto frío, miles de preguntas invaden sus noches frías, miles de repuestas cojean en plenitud de su día, sin alcanzar ninguna se ahoga en su agonía,