Al corazón lo, mandan los instintos,
¿Cómo un príncipe, que se enamoró?,
Brindándole su amor, y la adoró,
A cenicienta, siendo tan distintos.
No reinarán tanto, los laberintos,
Desde lo alto, tanto te impresionó,
Que no pudiste, decirle que nó,
Tus sueños ahora, son distintos.
Cuando te atrapa, siempre te preguntas,
¿Porque tan justo llega?, si antes nada,
Sientes que pasan, tantas cosas juntas
El alma tuya, siempre, tan callada,
A gozar de lo bello ya te apuntas,
Eso nunca lo niega, tu mirada.