Quiero correr la vida…
Han caminado ya tantos años mis pasos
que hoy me he dado cuenta
que quiero correr la vida…
Si, correr, como cuando era maratonista,
porque siento deseos de vivir más de prisa,
ya estoy dentro de los sesenta y pico
y pienso que muy pronto seré
esa ausencia que extrañaran por ejemplo:
mis nietos…
por eso hoy quiero correr la vida,
acelerar mi alegría a lado de mi familia,
ser feliz los pocos años que me regale la vida.
¡Quiero correr la vida…!
Estoy cansado de tanta discordia y argumentos
que se producen a diario, sabiendo que a nada
conducirán al mundo con tanta politiquería,
Quiero correr mi vida en paz, y ya no quiero
tolerar lo irracional, lo insensato, en aquella gente
que no madura, no crece, aquellos que a pesar
de estar equivocados creen tener la razón
en todos sus arrebatos.
Cuanta pena me dan sus insignificancias…
Quiero correr la vida, correr de “esos” que me
invitan a la mesa y se hinchan con sus egolatrías.
me duele hasta la familia… aquellos, los que no
escuchan, los que se aprovechan, los que manipulan…
Quiero correr la vida lejos de aquellos sujetos, que a pesar
de saber lo que son, alardean sobre sus cargos, títulos, grados
y otros tantos nobles y patricios nombramientos
que la vida les dio.
Cuanta pena de dan sus precarios discernimientos…
Persigo la cualidad aunque mi tiempo es breve
con tan efímeros pasos pueda que no cruce el puente
y yo aspiro las manos del pueblo magnánimo,
aquel que no se preña ni de vanidad ni de petulancia.
Por eso quiero correr la vida, trotar al lado de mi gente:
los inadvertidos, los locos, aquellos que de sus
palabras brote lo esencial, la sapiencia…lo que
en realidad merezca el contento.
Quiero correr lo más rápido que pueda, no huyendo
de mis tareas, así sean pocas, correr llevando
en mi pecho todo lo que me ha ilustrado la vida,
sí, quiero correr para subsistir un poco más.
¡Quiero correr la vida! merezco el intento
y no ambiciono hazañas para lograrlo, los años que
me restan son tan pocos que estoy ciertamente
convencido que llegare al límite con la serenidad
de mi tiempo y de la mano de quienes más quiero…
Nunca te arrepientas de tus errores, ellos te enseñaron
el camino por donde mejor recorriste tu vida.
Lo fundamental fue recorrer la vida a lado de quienes
en verdad valió la pena recorrerla…