Tú, sed y sombra,
fresca luz,
vuelo que guardo
en las líneas de mis manos
canción que observa
desde la noche.
La transparencia
de tu cuerpo,
me cruzó de lado a lado,
y tu estatura quedó
medida en la puerta.
En una botella
dejé muchos besos mios,
los respiras a sorbos,
mientras se añejan
como tus caricias.
En los labios
quedan huellas;
nos sobrevuelan
destellos corporales,
dispersos en un mes
que no termina nunca de pasar.