Sobre

Humanos elementales


Tierra: Robusto y fuerte, corazón de piedra. Gigante en proporciones, de lo más grande en su especie. Poco sentimental, mente racional. Ante los problemas de la vida respondía con firmeza. Pero su fuerza en soledad se transformaba en su peor pesadilla, sus sentimientos lo acorralaban y aquella dureza resultaba hecha añicos. Su gran carácter se desmoronaba a pequeños granos de arena en la sucia tierra.
Agua: Un ser meditativo que a las circunstancias de la vida las enfrentaba pasivamente. Fluía por la vida débilmente, amoldandose a cada situación. A veces erosionando grandes problemas, a veces escurriendose ante los pequeños. Su calma parecía debilidad pero cuando lo requería, era puro y fuerte de corazón.
Aire: Indiferencia e igualdad ante la vida, un ser anti estático, se movía por dónde sea. De acá para allá, un viajero de antaño. Si había una pared la pasaba por arriba o los costados. Hoy está, mañana quién sabe. Cambiante en personalidad, etéreo. Vivía feliz a su manera, o quién sabe si feliz.
Fuego: Fuerza y sutileza. Un ser irradiante de energía y vida, se sometía sin parar. Una máquina abrasiva. En su máximo esplendor así se presentaba, pero a veces era calmo y sereno como una fogata a punto de extinguirse. Aún así solo bastaba una situación para volver a brillar o apagarse para siempre.