Antonia Ceada Acevedo

SANGRANDO EL ALMA

Traigo  sangrando el alma por un arquero

Que con flecha de acero  me atravesó

Tambaleo, me derramo por el  sendero

Porque en lo más profundo me punzó.

 

No conozco ni médico ni curandero

Que atine a calmar tan fuerte queja

Traidor centauro y aventurero

Que sin razón o motivo me deja

Herida ,y sangrante en este desfiladero.

 

Promulgaba , por siempre,adorarme,

Hasta me creí tan bella  palabreja,

renuncie a la guerra al  desarme,

me  di sin fin ,entera, y a tocateja.

 

Más, ya, poco importa el dolor

O que se deshaga mi alma en la tristeza.

Quizás,desaparezca tanto amargor

Si la soledad ,muerta e inerte ,

me abandona, en  esta corteza.

 

Antonia Ceada Acevedo