Pero como no quererte mujer de pétalos grises,
Si con mirarte se deslumbra la mejor vista de esta ciudad,
Tan afrodisiaca como el mar,
Eres mi anhelo cuando me pierdo
Eres gentil con la vida y contigo misma.
Dame unos segundo más,
aprenderé a estirar cada momento a tu lado,
solo no dejes de darme tu mano,
dame tu beso más recóndito,
tu pedazo de vida más frágil
y lo hare perfecto
serás mi monumento de nieve,
el desliz de la locura hacia tu normalidad,
Te quiero de mil maneras distintas,
Pero todas sin ninguna no son nada,
Dame tus frías manos, yo las remojare en calor
A tus pies magullados, los sanare con algodón de mi amor.
Te quiero distante y locuaz,
Quiero que seas mi famélica vida misma.
Te quiero sin darme cuenta de ti,
Sin conocerte, sin darme cuenta de tu existencia,
Pasar desapercibido toda una vida y despertar a tu lado.
Como no quererte, eres la encarnación del sueño de un niño,
Eres mi aspiración, pero no buscare tu escondite,
Te dejare tan libre como el planeta Marte,
Tan fuera de alcance de los hombres,
Serás la envidia de mis miedos,
La historia que nunca se imagino,
Y me veras caminar acercándome a tu lado,
Y serán tan libres, que no me encontraras,
Solamente tu libertad me consolara.
Mi amor incondicional,
Y al no reconocerte caminare,
Y serás tan querida como muchas otras más.
G. Rasva