Te busco Mi Señora, en cada cosa de la perfecta naturaleza que conozco,
en la hierba húmeda de mañana, por el llanto de la luna ante mi pena,
en el vaivén de hojas cantarinas, que acompañan el coro de las aves,
busco tu voz en el correr de manantiales y tu sexo en las fuentes que calman mi sed,
tu risa es la fragancia que me embriaga, cual licor añejo en fino roble,
tu cuerpo es terso y grasil, como árbol que se yergue juvenil en ancestral bosque,
Toda Natura te hizo perfecta o quizás Dios?, pero comparo tu ser Señora mía,
con la creación perfecta de la luz.