Hoy el día tiene la magìa de aquel entonces, todo es motivo de alegría y razón suficiente para celebrar con una gran sonrisa, al solo pensar en ella y Oswaldo en la rama mas alta del árbol esperando la noche, con frio, asustados y a la vez asombrados.
-“Te lo dije Oswaldo, mira las estrellas tan cerca que casi podemos tocarlas
-Rosalba ya es hora de bajarnos del árbol, pero no se como hacerlo
-Gritaremos auxilio al primero que pase y nos bajaran”
-Hola buenos días, alguien esta sumida en agradables recuerdos, la sonrisa la delata
-Hola prima así es, ayer estuve en el lugar que nos vio crecer y tenías mucha razón ni una sola casa, ni un solo árbol quedo en pie, todo ahora es zona comercial, sabes sentí mucha tristeza sin embargo algo en lo que estaba pensando ahora mismo me devolvió el animo, no imaginas quien es el dueño de la cafetería que esta en la misma cuadra donde quedaba la casa
-Pues no tengo ni idea y deja las adivinanzas, dime quien es
-Mi amor de la infancia ¿recuerdas a Oswaldo?
-Algo muy vago prima yo era mucho menor que ustedes, recuerdo el sonar de una sirena y mi tía te castigo, y no te dejaron salir de la casa por mucho tiempo (risas)
-¿Te gustaría acompañarme hasta la cafetería de Oswaldo?, quiero despedirme de él y de su mamá, mañana sigo mi viaje y no me preguntes el destino porque aun no lo se.
Pasaron divinos momentos charlando un poco de todo, la señora Ana les brindo un rico postre elaborado por sus propias manos, al momento de salir Oswaldo la sorprendió con un abrazo y un beso lleno de amor, y le dijo regresa cuando quieras.
En el tren saca su libreta de notas y en la primera página tacha dos línea
-Visitar lugar de nacimiento
-Compartir con mi gran amigo de la infancia
Y en la segunda página de imprevistos
-Beso y abrazo lleno de amor de Oswaldo
Al llegar al terminal el clima era frío y una ligera llovizna no cesaba de caer, se dirigió a la línea de microbús y tomo el rumbo hacia un lugar que vio en la cartelera de publicidad y turismo. El cansancio la venció y durmió hasta que la voz del asistente del chofer se escucho fuerte y claro:
-Señores pasajeros su atención por favor, nos acaban de informar de parte de nuestras oficinas, que se produjo un derrumbe en la autopista ocasionando la caída de un puente, por tal motivo nos veremos obligados a tomar la variante y por las condiciones climáticas e inundaciones del sector, nos detendremos en el hotel mas próximo por nuestra propia seguridad, el mismo ha sido reservado para los pasajeros de esta unidad.
Todos los pasajeros se ven las caras algo alarmados y observan a través de sus ventanillas la gigantesca cola de automóviles a lo largo de la autopista, algunos conductores y pasajeros entre la lluvia incesante caminan por la vía intentando ayudar a otras personas y niños que surgen de terrenos aledaños demandando ayuda y alegando que el rìo se ha llevado sus casas.Rosalba ruega al chofer de la unidad detenga el vehiculo para ayudar a esas personas, pero este le contesta que no hay mas espacio, y por razones de seguridad no abrirá las puertas del bus hasta llegar al hotel. Al llegar al hotel Rosalba se pone sus botas toma un impermeable y dice en voz alta:
-Voy a ayudar en lo que pueda a esas personas y niños que vienen por la carretera espero que alguien me siga, si es preciso ofreceré mi habitación para que esta noche los niños puedan dormir, ¿Qué me dicen?
Algunos más jóvenes le acompañaron y otros por la edad avanzada solo pusieron a la orden la habitación para compartir con niños, y el gerente del hotel habilito un lugar para ofrecer refrigerios. El chofer y el ayudante de la unidad se ofrecieron acompañarlos. Caminaron varios kilómetros hasta llegar a la zona de inundación, ya los vehículos de emergencias estaban en el lugar, sin embargo todos ayudaban a rescatar a personas que arrastrados por las aguas apenas podían caminar, otros no corrieron con tanta suerte y murieron ahogados, al igual que muchos niños. Regresaron al hotel después de un par de horas y acostaron a los niños que salvaron milagrosamente sus vidas, además de un perro que despuès de que le rescataran les seguía a todas partes, tras la fuerte inundación el caserío desapareció por completo.
A la mañana siguiente los pasajeros siguieron camino hacia el destino programado, y alguien al subir a la unidad dijo:
-“Serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar, y fortaleza para cambiar lo que si puedo”
Y la vida continúa …
-