Liberación
Buscamos la sombra de los cipreses
para el resguardo de nuestro amorío
y pronto como tantas otras veces
juntos gozamos el correr del río .
Y junto al libar y los entremeses
apartamos la copa del hastío
fuimos olvidando nuestros reveses
y de nuestros cuerpos se escapó el frío
Y la mañana dio paso a la tarde,
del crepúsculo su rojo fue dado
y fuego de amor en las nubes arde.
Así aquello por tanto tiempo atado
tranquilo, con silencio y sin alarde
poco a poco fue siendo liberado.