Dogma de la displicencia
El talismán vejatorio
Trinitario
Irreductible potencia
Apostolado notorio
Un bestiario
Cáscara de nuez es esta antítesis
Mandarin impregna sin distinción
de malva la ajada cartografía
plagada de trufada, fresca síntesis
de un tugurio tiznado, opción.
Sellado con licor de malvasía.
Prurito que me alienta
Urdimbre sotto voce apolillada
Calumnia que calienta
Caleidoscopios de yesca tronchada
Libelos de sarcasmo
Dentelladas del destino, marasmo.
Rudimentos de mármol
Botas de siete leguas
con polvillo de tizón en la punta
Lo carpetovetónico
queda como rehén
según cuenta una leyenda extraña.
La tramoya del caminante sobra
El cacareo incesante de la pluma sobra
El frenesí sazonado de recodos sobra.
La espuma que surge del jabón de
ceniza también sobra, solo tiene sentido
la sazón y la esencia de lo decidido.