Rubén Martín Pereyra

ÓPTICA INCOMPARABLE

ÓPTICA INCOMPARABLE

 

Cuando desgarro la bóveda

y asomo, tengo el poder

de observar el mundo

desde una óptica incomparable.

 

Miniaturas viviente

venas de cemento

y luciérnagas en la espesura

atrapados en un manto contaminado.

 

En una lucha gigantesca por el pábulo

y alcanzar la cúspide privilegios de pocos

en lo que es solamente un aliento

que te permite conseguir con el último suspiro sin regreso.

 

Martín Pereyra