Antes de carne, el hombre fue ritmo entramado
Verbo silencio / acto sujeto / verbo deseo
Verbo, rea, rae, era juego, estamos de a-acuerdo
Al principio fue silencio
-inconmensurable- Pero una necesidad más grande
Que el amor/fulgor de estrellas enlazadas
A los sueños, que el bramido colosal del campo
Azul marino, la vida o la muerte, nos hundimos
Expulsados a ser uno, fuera, fuera por vergüenza
O castigo ¿humano, divino? Lo humano no es acaso
Divino y viceversa, erigimos portales sellados
Y consumamos matrimonios, nos quedamos
No nos movimos más que para cosechar retoños
Tierra en carne, entierra, los muertos cobraron
Relevancia en nuestros deseos y fantasmas, y
Cada uno habitó por terrestial designio, cada uno
Plano ilimitado, enclavado en lo razonable
-Aun antes de la razón hubo intuiciones certeras-
Todo es camino fue recorrido para despejar la vía
A la sensación innata que tenemos y antes que todo
Tuvimos
Y ahí- Aprendimos el habla de los pájaros
De los árboles, de las bestias pequeñas
Cada uno de nosotros habitó el idioma
De su tierra y por su tierra las raíces versaron
Lo bueno y lo malo, eran secundarios
(no había aún castigo, dívino)
A la consecución de un mañana
Pero sabíamos, había algo dentro
de las cosas que nos miraban desde su interior
Profundo
Reconocíamos el dolor de las orbitas
Pozos u ojos donde el agua se cortaba
Donde un alma siendo aire
Se trastocaba humo
Picando en el otro lado, el nervio
Tensando en grito apagado o espasmos
Reconocíamos el dolor en los luceros que amábamos