Recostada
una pequeña criatura
en una cesta dibujada
por la luz de la luna
en la perpetua oscuridad
me observa tiernamente
sin entender el por qué
de mi extraña presencia,
de mis tristezas,
solo me sonríe,
mientras lágrimas
brotan de mis ojos,
sus pequeñas
y suaves manos
dibujan el rostro
verdadero del amor
en el mío
al tratar de detener
cada gota de extraño
brillo líquido;
su inocencia no alcanza
a entender el perpetuo
dolor que lleva mi alma
así como el inmenso amor
que aun la mantiene
llena de esperanzas
con su análogo don,
hermosa niña tu eres
lo único que me queda,
el único buen sentimiento
que pude rescatar,
la única visión
que se hace real
en mis lacerantes noches
de soledad mezquina,
en tan frágil
y delicado cuerpo
se esconde un poder
indescriptible,
un poder incontrolable
capaz de construir
o destruir
todo cuanto la rodea,
mientras conserves
tu inocencia
podré estar a tu lado
disfrutando de tu amor
tan verdadero, tan leal,
después, necesitaras
al igual que yo
rescatar esa criatura
que como a mi
hoy me acompaña
y es hermoso consuelo,
aquel espíritu
que es irremplazable,
aquel que es el único
en emular el poder
y el amor del creador,
santificado me siento
con tu alma,
alma de niña, de mujer,
y, antes que termine
una noche más,
nos bendecimos
abrazándonos fuertemente
en la desalmada distancia
mientras empieza el sol
a calcinar todo mi ser
recordándome
la cruel realidad que hoy vivo,
así logra que desaparezcas
de todas mis fantasías,
más recordar
aquellos brazos tan pequeñitos
como trituraban
con todo su amor mi carnación
y sentir sus dulces besos
cuando cae la lluvia
fortalecen mi fe
y toda esperanza;
mi niña mujer
recostada en una cesta
dibujada por la luz de la luna
en la perpetua oscuridad estas,
acurrucándote entre mis brazos
puedo ahuyentar a la muerte,
a la maldad
que siempre nos rodea,
inocentes los dos
solo conocemos
de nuestros sentimientos,
ángeles de acero,
polvo de estrellas,
amor arcano
único de los dos,
aquel que es cúpula y cubre
las miserias de este planeta
lleno de fantasmas,
de monstruos
contra quienes siempre
tendremos que pelear,
amor mío, abrázame
tan fuerte como tu alma pueda,
elévame en mis sueños,
en mis fantasías sobre este faro
que con la luz de la llama eterna
ilumina la mar
y conduce mi galeón
a inciertos puertos y muelles,
ayúdame!
que cada pluma tuya
sirva para engrandecer mis alas,
y cada pluma mía
sirva para las tuyas,
al final podremos volar
sobre el infierno
sin ningún temor
rescatando nuestros cuerpos.