Comprendo que el rubor de tu mirada,
No obedece al instinto de tus sentires,
Ni que el sonriente latido de tus palabras,
Desentraña los secretos de mis pensares.
Comprendo que pensarte a solas me protege,
Del desnudo de mis ideas y sentimientos,
Y es que el temor a decirte que te Amo,
Pesa más que el sentirme descubierto.
Puedo callar una palabra o cinco letras,
Y en ninguna decirte lo que siento,
Y si eres tan mía como pienso,
Desearas tan sólo ser mi carne,
Como parte del amarte es mi silencio.
Yo no sé si amarte es la semblanza,
De buscar tu faz como sol de las mañanas,
Y si en aquel intrínseco recuerdo,
Abrazo el sueño de mi alma solitaria.
Quiero guardar tu palabra sobre mi palma,
Y el jadeo de tus labios en mi bronco pecho,
Y respirar el aire de tu dulce boca,
Como el sustento de tu abrazo cuando duermo.
Quisiera comprender aquello que no pienso,
Y en ese preámbulo intenso,
Decidir si eres tan sólo una idea,
O eres el sueño ansiado que tanto intento.
Comprendo que no entiendo las razones,
De enamorarme de ti si no estás cerca,
Y solo entiendo que el amarte entre mis sueños,
Desnuda mi Alma y también mis sentimientos.
Quisiera comprender y más no puedo,
Como el amarte en silencio sin tus besos,
Como el hablarte a solas como un ruego,
O el tomar tus manos que no tengo;
Quisiera decidir el no amarte,
Y es que tampoco puedo explicarlo,
Como sin verte ni aun sentirte lejos,
Puedo seguir de ti enamorado.
Quisiera comprender... más no comprendo.