CADA MUERTE PAGA UN PRECIO
No sabía que la muerte
a una vida ponía precio,
hasta que observe el desprecio
con el que mira Occidente,
a quienes por mala suerte
los van aniquilando despacio,
quienes invaden su espacio
con su intolerante tridente.
Qué hipócritas sociedades
aquellas que no ven razones,
ante las intolerables sinrazones
envueltas con vaguedades;
y frente a sectarias maldades
siempre priorizan sus misiones,
según vean las opiniones
de los acomodados vulgares:
¡Que tristes las religiones
si se imponen con maldades!
Estar a salvo creemos
del conflicto y la masacre,
nosotros que proveemos
hasta con esa joven sangre,
de infelices que tenemos
en ese sectario enjambre,
productor del gran calambre
cuando de amor carecemos;
¡ojo con quien tiene hambre
y en su plato odio ponemos!
Europa que con sus guerras
nos blindó nuestro presente,
¡cuidado al nuevo paciente
que malvive en estas tierras,
esperando él impaciente
a que se nos terminen las perras!
Joanmoypra