Con la pluma en la mano
cabalgando con el viento
escribe versos a ciento
recordando al buen hermano
Pasan las nubes ligeras
el viento sopla suave
a lo lejos una nave
desplegando velas fieras
Con la mirada perdida
en lo profundo del mar
va escuchando su bramar
contra la roca ya hendida
El sueño le va venciendo
ya se le cierran los ojos
y al lado de unos matojos
a su amada va entreviendo