Tu boca,
dueña de sus palabras
y de sus silencios,
circunloquio de niña traviesa,
clamor hace de un beso
en un tímido suspiro,
no con el fervor de los conversos
sino como las aguas
buscan el cauce del río.
Así busco yo tu boca.
No quedan tan lejanos,
aunque el tiempo se empeñe
en llenar de arena mis bolsillos,
los días en que el sol
nos seguía a todas partes
y el aire era calor allá en Castilla.
Hoy, que aquí el cielo
se ha vestido de luto,
llora mi corazón lágrimas de lluvia,
añorando, aún más que al sol,
a tu sonrisa.
\"La alcancía de la memoria\" (2013)
http://www.islaserrantes.blogspot.es