Tú me hiciste poeta
Dios mío, cuando nací
aquella noche frìa
a la luz de un candíl
en una habitación vacía
una vida que no es mía
te la debo a Tí
y busco a escondidas
el propósito de vivir
Tú me diste el aliento
y las ganas de vivir
después el sufrimiento
haría mella en mí
me quema hasta el aliento
perdóname, te ofendí
aquí estoy
haz de mí,
el camino por donde voy
Para ser poeta, solo falta
un lápiz y una libreta
y sentir palpitar el alma
una mente revoltosa e inquieta
cuatro trapos en la maleta
y a adár por la vida
a sentir el dolor ajeno
que el de uno sobra siempre
y a subir cuesta arriba
no pasar indiferente
no llevar la razón siempre
y razonar con la vida
buscar la paz y la armonía
con el corazón sencillo
llevar siempre la verdad en los bolsillos
y el horizonte en la mente
ser un poco valiente
y luchar y sufrir
aunque no se gana siémpre
vale la pena vivir.