Como una pequeña nube negra que canta y baila sobre un ribazo hormigonado,
jugando con sus pies de rana que llaman al agua.
Has abierto con tus tambores africanos una oscura puerta de vall d´uixo,
de la que surgen de un pozo casi vacío una voz de blanco cuchillo
que grita que se vayas.
Como si fuera cieno tu madre,
viento negro que te lleva a sus pechos
pidiendo que te hablen con respeto mientras le escupen a la cara que no sabe educarte,
por jugar en un ribazo hormigonado en medio de un secano.
Tu madre de Senegal,
que ha venido paseando a visitarme
siete segundos ha hablado conmigo.
Se vuelve por donde ha venido,
con la cara herida mirando el suelo,
arrastrando un alma esclavizada en el mundo de los blancos.
En mi corazón
lo siento,
lo siento,
lo siento.
Angelillo de Uixo. los hechos que denuncio están basado en hechos reales en la puerta de mi casa con mis vecinos.