Soy ola,
que se desplaza en la lejanía
y con un arrebato envolvente
te traigo hasta la orilla
de este mar, de aguas saladas
y arenas candentes.
Quiero que dejes tu huella
en este cuerpo que el sol bronceo.
Quiero morir extasiada
envuelta en este mar de amor.
Quiero convertirme
en una ondina,
para subyugar
tu espíritu y voluntad
y que te adentres conmigo
en este inmenso mar
y nos perdamos en su profundidad.
Quiero gritar que te amo
y que mi voz se ahogue
y flote en ultramar
convertida en burbujas de amor.
Quiero que estalle ese volcán de pasión
entre tu cuerpo y el mío
y su lava efervescente
se incruste en el navío perdido,
de nuestros íntimos desvaríos
y viaje sin parar con los fluidos,
para quedar encallado en los mares del delirio.
Yo moriré extasiada en este mar de amor…
¡No importa morir así!
¡No importa morir de amor!
Cuando el mar me expulse a la orilla,
no importa que no tenga vida,
yo me iré contenta
sumergida en esa pasión
que acaloró mi corazón,
e hizo estallar como volcán enardecido,
tirando su lava candente
para fusionarse
con el sol iridiscente,
formando una hoguera
de lava ardiente,
en donde
yo muero en éxtasis
por tu amor.
¡No importa morir de amor!
¡No importa morir así!
si el amor es tan grande
como el océano.
No importa que mí cuerpo
se lo lleve el mar,
en donde sólo seré una andina,
que estará siempre al acecho
por recuperar tu espíritu
y tu cuerpo,
para seguir navegando
en los mares del deseo.
Felina